Primer contacto
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El pequeño pero enorme piloto se llama TONINHO CHIARI #17 y ya ha disputado muchas carreras cosechando enormes éxitos tanto en Brasil, Estados Unidos y España y aquí queda el enlace a su ya largo historial. Bueno retomo por donde iba, hablando con ellos me comentaron que porque no me acercaba a Jerez el día 1 de Mayo que entrenarían y que viera la posibilidad de ayudar con el tema de la telemetría, yo ya había hecho planes para ese día de fiesta y me fue imposible.
Pronto se dio una nueva oportunidad ya que la primera prueba del Campeonato Andaluz de Velocidad tendría lugar en Campillos (pueblo muy cercano al mío y a una hora de camino) el día de la Madre y vi la oportunidad perfecta para acercarme a ver las carreras, ver y palpar el ambiente y aprovechar para salir a comer con mi madre ese día.
Lo primero que me sorprendió al llegar fue la cantidad de gente que había en el karting de Campillos y el ambiente a carreras que allí se vivía. Al rato de llegar divisemos el camión del equipo pero continuemos viendo las carreras hasta que me tropecé con Toninho y casi sin mediar palabras sonrío y dijo que había marcado la “pole” me lo repitió por lo menos en tres ocasiones y su cara se veía iluminada por la alegría que reflejaban sus ojos.
Después nos fuimos (mi madre y yo) al box del equipo y así vivir ya más de cerca el domingo de carreras, la mañana continuo saludando a la mayor parte de los allí presentes ya que son del pueblo y viendo las diferentes pruebas que se disputaban ese día hasta que llegará la hora de la carrera de Mini-GP y llegó la hora. Todo se volvió repentinamente en un ajetreo acelerado pero tremendamente coordinado y que demostraba que todos estaban listos para el momento, los pilotos (Toninho, Carlos y Alejandro) entraron en otro mundo (y es algo que llama la atención tremendamente) son renacuajos que apenas tienen 11 años pero que en el momento en que se enfundan en el mono de carreras y se ponen los cascos son auténticos pilotos, en miniatura pero impresionan sus gestos y actitudes en ese momento de concentración máxima.
Llegó la hora de la pista y en definitiva es en donde se resuelven todos los dilemas de las carreras y donde con mayor o menor suerte se refleja el trabajo durante largos entrenamientos y el trabajo duro de todo el equipo y se vuelcan todas las ilusiones de los padres, amigos, mecánicos y demás componentes del gran equipo de personas que rodean a estos niños y su ilusión.
Y en la pista y sólo en ella se pudo comprobar que hay materia prima y base para poder seguir disfrutando porque Toninho ganó y vaya si ganó, desde la salida hasta el fin y manteniendo la pole desde el primer momento hasta la bandera a cuadros consiguiendo la victoria y ponerse al mandó de la general del CAV (Campeonato Andaluz de Velocidad) en la categoría de Mini-GP, y llevando la felicidad a todos los componentes del equipo y al de su madre que tiene mención aparte por la de su gesta personal al llevar a cabo el sueño de su hijo aunque eso implique estar fuera de su país y lejos de su marido y su hija.
Después la celebración de la victoria y la retirada ya que sino mi madre y yo ya no llegábamos al restaurante a comer, jejeje.
Bueno de momento este es el comienzo de otra aventura que van a seguir llenando mi vida y que continuare en la medida de lo posible (o no) ir relatando aquí.
Pronto se dio una nueva oportunidad ya que la primera prueba del Campeonato Andaluz de Velocidad tendría lugar en Campillos (pueblo muy cercano al mío y a una hora de camino) el día de la Madre y vi la oportunidad perfecta para acercarme a ver las carreras, ver y palpar el ambiente y aprovechar para salir a comer con mi madre ese día.
Lo primero que me sorprendió al llegar fue la cantidad de gente que había en el karting de Campillos y el ambiente a carreras que allí se vivía. Al rato de llegar divisemos el camión del equipo pero continuemos viendo las carreras hasta que me tropecé con Toninho y casi sin mediar palabras sonrío y dijo que había marcado la “pole” me lo repitió por lo menos en tres ocasiones y su cara se veía iluminada por la alegría que reflejaban sus ojos.
Después nos fuimos (mi madre y yo) al box del equipo y así vivir ya más de cerca el domingo de carreras, la mañana continuo saludando a la mayor parte de los allí presentes ya que son del pueblo y viendo las diferentes pruebas que se disputaban ese día hasta que llegará la hora de la carrera de Mini-GP y llegó la hora. Todo se volvió repentinamente en un ajetreo acelerado pero tremendamente coordinado y que demostraba que todos estaban listos para el momento, los pilotos (Toninho, Carlos y Alejandro) entraron en otro mundo (y es algo que llama la atención tremendamente) son renacuajos que apenas tienen 11 años pero que en el momento en que se enfundan en el mono de carreras y se ponen los cascos son auténticos pilotos, en miniatura pero impresionan sus gestos y actitudes en ese momento de concentración máxima.
Llegó la hora de la pista y en definitiva es en donde se resuelven todos los dilemas de las carreras y donde con mayor o menor suerte se refleja el trabajo durante largos entrenamientos y el trabajo duro de todo el equipo y se vuelcan todas las ilusiones de los padres, amigos, mecánicos y demás componentes del gran equipo de personas que rodean a estos niños y su ilusión.
Y en la pista y sólo en ella se pudo comprobar que hay materia prima y base para poder seguir disfrutando porque Toninho ganó y vaya si ganó, desde la salida hasta el fin y manteniendo la pole desde el primer momento hasta la bandera a cuadros consiguiendo la victoria y ponerse al mandó de la general del CAV (Campeonato Andaluz de Velocidad) en la categoría de Mini-GP, y llevando la felicidad a todos los componentes del equipo y al de su madre que tiene mención aparte por la de su gesta personal al llevar a cabo el sueño de su hijo aunque eso implique estar fuera de su país y lejos de su marido y su hija.
Después la celebración de la victoria y la retirada ya que sino mi madre y yo ya no llegábamos al restaurante a comer, jejeje.
Bueno de momento este es el comienzo de otra aventura que van a seguir llenando mi vida y que continuare en la medida de lo posible (o no) ir relatando aquí.
Un saludo. Salud y libertad para todos.